Este domingo se llevarán a cabo elecciones de la cámara alta de Japón. Esta fecha es importante para la política japonesa, pues se decidirá si la población respalda o no el proyecto de la administración del Primer Ministro Shinzo Abe. Si el PLD (el partido de Shinzo Abe) gana la mayoría de escaños en la cámara, las reformas económicas que propone Abe serán aprobadas con mayor facilidad. Sin embargo, no sólo habrá reformas económicas.
Hay quienes ven como positivo que el PLD gane la mayoría en la cámara alta. Por mucho tiempo, la sociedad japonesa habla de la necesidad de un líder fuerte. Hay que recordar que desde el 2007, cuatro primeros ministros han renunciado al puesto por presión política o mediática, entre ellos el mismo Shinzo Abe, que estuvo en un periodo del 2006 al 2007 y resignó. En los últimos veinte años han habido catorce primeros ministros, un promedio de año y medio por cada uno.
La mayoría del partido quiere decir para Shinzo Abe mayor estabilidad y una mayor garantía de que se aprobarán las propuestas de su administración, entre ellas la tercera “flecha” de su política de las “tres flechas” que hasta ahora ha mostrado tener éxito y es una salida prometedora de la recesión que lleva más de dos décadas en Japón.
Sin embargo, hay quienes ven con escepticismo el triunfo del Partido Liberal. El partido de Abe es de derecha, con una filosofía nacionalista. En un periodo de fuertes tensiones con países vecinos como China, Corea del Sur o Corea del Norte, el auge de un nacionalismo podría exacerbar las tensiones con estos países, que todavía recienten el pasado imperialista de Japón.
Los temores no son infundados, pues Shinzo Abe ha expresado abiertamentesu intención de reformar el artículo 9 de la Constitución de 1947, el cual establece que Japón renuncia a la guerra y por lo mismo renuncia a tener un ejército. Si Abe logra tener la mayoría del Congreso, es probable que se lleve a cabo una reforma que le permita a Japón rearmarse, lo cual puede generar preocupación entre los países circundantes y aumentar las tensiones.
Abe ha sido inteligente y sabe bien que no conviene agitar a los países vecinos. Ha sido cauteloso al no visitar el santuario de Yasukuni, donde fueron enterrados varios soldados que murieron en la guerra sino-japonesa. China ve este santuario como una efigie, y hubo periodos de tensión entre China y Japón luego de que el alcalde de Tokyo, Shintaro Ishihara visitara las islas. El tema del santuario de Yasukuni, junto con el de las islas Senkaku/Diaoyu y las Takeshima/Dokdo y el uso de mujeres coreanas como esclavas sexuales en la Segunda Guerra Mundial son temas tabú para el gobierno japonés.
En conclusión, a pesar de que una victoria en el Congreso puede asegurar el desarrollo de Japón y la salida de la recesión, también puede tener por consecuencia el aumento en las tensiones diplomáticas con sus países vecinos.