El 20 de Marzo de 1995 ocurrió uno de los atentados terroristas más graves en la historia de Japón. Un culto religioso vertiría gas sarín en varios puntos del metro de Tokyo, matando a una docena de personas y causando daños a otras miles.
Aum Shinrikyo (オウム真理教) era un culto religioso que combinaba enseñanzas del budismo, hinduismo, shamanismo y cristianismo de los últimos días.El líder del culto era Shoko Asahara. El nombre combinaba el mantra om y Shinrikyo (真理教), que significa “verdad suprema”. El culto agrupaba entre 20 y 40 mil miembros, y poseía para 1995 más de 1.5 mil millones de dólares. El dinero se reunía a través de donaciones, diezmos y venta de parafernalia. También se impartían seminarios por los que cobraban y eran dueños de algunos negocios, como una cadena de restaurantes y una fábrica de computadoras.
Aum Shinrikyo también tenía instalaciones para manufactura de armas biológicas y químicas por toneladas. El grupo llevaba a cabo experimentos con toxina botulina, ántrax, cólera, Fiebre Q y virus de ébola. Aum Shinrikyo ya llevaba un historial de otros operativos, como la liberación de botulina cerca del edificio del congreso en 1990, o en el palacio imperial en 1993. Sin embargo, en ninguno de estos atentados se habían registrado daños a personas o muertes.
Esto cambió el 27 de Junio de 1994, cuando miembros del culto condujeron una camioneta a un vecindario residencial en Matsumoto, al noroeste de Tokyo y utilizó un sistema computarizado para liberar una nube de gas sarín de manera remota. Los principales objetivos eran tres jueces que vivían ahí y que estaban a punto de pasar una resolución en contra del culto en un litigio de bienes raíces. Este gas se había utilizado durante el nazismo en Alemania, y es un agente nervioso 500 veces más tóxico que el cianuro. Una gota del tamaño de la cabeza de una aguja es suficiente para matar a un adulto. El ataque en Matsumoto mató a siete personas y causó daños a otras 500.
Aum Shinrikyo y el ataque en el metro
Nueve meses más tarde, Aum Shinrikyo llevaría a cabo su ataque más audaz y mortal. En la hora pico del lunes por la mañana del 20 de Marzo, cinco miembros del culto abordaron diferentes trenes en el centro de Tokyo. Cuatro de ellos llevaban consigo dos bolsas de plástico con sarín, y el quinto llevaba tres. Casi al mismo tiempo, cada uno dejó caer las bolsas en el tren completamente congestionado y los punzaron con sombrillas especiales con filo en la punta. Los miembros del culto luego dejaron el vagón y salieron del metro para ser recogidos por conductores que los esperaban afuera de cada estación.
El líquido comenzó a evaporarse, y las personas comenzaron a enfermar. Algunos de ellos salieron en las estaciones siguientes, tropezando en las plataformas. En cada parada, el gas se esparcía más, y más líquido pasaba de los trenes a las estaciones, ya que se impregnaba a la ropa y cuerpo de las víctimas. Algunos de los trenes continuaron operando hasta la hora y cuarenta minutos antes de detenerse por emergencia.
Los síntomas incluían sangrado de nariz y boca, coma, convulsiones, dificultad para respirar, sensibilidad a la luz, síntomas de gripe, espuma en la boca, fiebre, pérdida de consciencia, pérdida de memoria, pérdida de visión, náusea, vómito, parálisis, problemas respiratorios, espasmos y temblor incontrolable. Algunos sobrevivientes sufrieron de estos problemas permanentemente, junto con falta de sueño, pesadillas y desorden de estrés postraumático.
Muchas víctimas con síntomas leves fueron al trabajo antes de empeorar su condición e ir a un hospital. Otros probablemente no alcanzaron a buscar tratamiento médico. El estimado de personas afectadas va de los 3 mil 800 a los 6 mil, con un saldo de 12 muertos. La policía llevó a cabo redadas contra el culto en todo Japón en 48 horas, vistiendo equipo contra materiales peligrosos que se les había entregado una semana antes del ataque en Tokyo. De hecho, el culto había previsto que la policía llevara a cabo inspecciones en su contra y por ello realizó el ataque en el metro, con miras a matar a oficiales de policía.
El gobierno de Japón revocó el estatus de Aum Shinrikyo como un culto religioso y confiscó el mayor número de bienes que pudo. Algunos de sus miembros después se reorganizaron en un grupo de menor escala llamado Aleph (la primera letra del alfabeto hebreo y símbolo clave en matemáticas). Más de 200 personas fueron arrestadas, y algunas todavía no han sido procesadas. Al menos ocho miembros, incluyendo al fundador, recibieron pena de muerte por su papel en el ataque. Haruki Murakami, novelista japonés, escribió Underground basado en este evento.
¿Qué buscaba Shoko Asahara? Nacido como Chizuo Matsumoto, Asahara cambió su nombre en 1984, y fundó el grupo Aum Shinrikyo y logró acumular un gran número de seguidores en poco tiempo. Basado en la biblia y otros textos, en 1992 Asahara publicó un escrito en el que se declaraba a sí mismo Jesucristo, y que su misión era limpiar del pecado a sus seguidores. Consideraba que habían grupos que conspiraban en su contra, como los judíos, los masones, los holandeses, la familia real inglesa y otros grupos religiosos japoneses. Asahara aseguraba que la Tercera Guerra Mundial se acercaba, y aseguraba que él debía posicionarse como Emperador de Japón. Hay quienes dicen que los ataques en el metro de Tokyo y en Matsumoto los llevaron a cabo para distraer a la policía del grupo.