19 marzo, 2024

La tradición de la ceremonia del té

Ceremonia del té

En China se sabe del consumo de té verde desde el siglo IV. Las plantas de té fueron llevadas después a Japón durante la época de la dinastía Tang, cuando las relaciones e intercambios culturales entre ambos países eran intensos. Sin embargo, es hasta el siglo VIII cuando se menciona por primera vez una ceremonia formal que involucraba tomar té, pero era muy distinto a la forma actual.

También durante el siglo VIII, un monje budista escribió un libro sobre el método apropiado para preparar té. Este libro se conoce como Cha Ching y enseñaba la temperatura correcta del agua caliente, y el uso de vasos de té. Se dice que el estilo de hoy en día evolucionó en gran medida gracias a la influencia de este libro.

Durante el periodo Nara, las plantas de té comenzaron a cultivarse en Japón para fines medicinales de sacerdotes y la nobleza. Para finales de la dinastía Tang en China, tomar té pasó de tener fines medicinales a fines sociales, pero debido al deterioro de las relaciones, esta nueva finalidad del té llegó más tarde a Japón. Así, los japoneses tuvieron que formar sus tradiciones propias y cultura en torno al té. Debido a que era un bien muy preciado, durante el periodo Nara y Heian, las reglas y formalidades se basaban en este concepto. Si el té hubiera sido originario de Japón, o hubiera existido en abundancia, probablemente la tradición de la ceremonia del té (茶の湯 o 茶道) no hubiera existido.

Myoan Eisai

En 1187 Myoan Eisai, un sacerdote japonés, viajó a China a estudiar filosofía y religión. Al regresar se convirtió en el fundador del budismo zen y construyó el primer templo budista de la secta Rinzai. Se dice que fue el primero en cultivar té para fines religiosos, a diferencia de otros antes que él, que lo utilizaban para fines medicinales exclusivamente. También fue el primero en sugerir y enseñar la molienda de té antes de añadir agua caliente. Un emperador llamado Hui Tsung describe cómo se utilizaba un agitador de bambú para agitar el té después de que era servido. Esto aparece en su escrito Ta kuan cha lun (Una visión general del té). Estos dos métodos formaron la base de la ceremonia como se conoce hoy en día.

Hubo conflictos entre los monjes tradicionales y las nuevas ideas religiosas de Eisai. Sin embargo, el shogunato de Kamakura, que fue uno de los primeros conversos, le dio protección. En 1211, Eisai fue el primero en escribir un tratado del té en Japón. En su tratado, Kissa Yojoki (Beber té es bueno para la salud), Eisai sugirió que tomar té traía beneficios a la salud, y curaba malestares como pérdida de apetito, parálisis, beriberi, forúnculos y enfermedades por tomar agua contaminada. De acuerdo a él, el té era la cura para todos los malestares, y tal vez a ésto se deba que la ceremonia del té haya adquirido tal popularidad.

El té comenzó a esparcirse fuera del distrito de Uji, y la demanda creció junto con el número de plantaciones de té. La clase samurai adoptó la tradición de la ceremonia del té y se volvió un ritual entre la clase militar de Japón. Para 1333, el shogunato de Kamakura cayó y comenzó una guerra civil general en Japón. Con ello surgió una clase de nuevos ricos los gekokujō, con estilos de vida extravagantes y llamaban la atención del público por sus fiestas de té.

Ceremonia del té 2

Durante la fiesta, los invitados jugaban a reconocer honcha (té original) de otros tipos de té. Se servían varias tazas de té y se pasaban de una persona a otra. Tal vez de aquí se origine la tradición de que se acostumbre pasarse el tazón de té entre los participantes de la ceremonia de té. Sin embargo también puede que se haya originado en la clase samurai, que mantenía vínculos familiares fuertes, y cuando la familia se reunía en ocasiones importantes, era costumbre del señor feudal tomar el primer trago de sake de un tazón grande y pasarlo  a los demás.

En el periodo Muromachi, la arquitectura tuvo un cambio con la llegada de la clase samurai. Los hogares comenzaron a disponer de salas utilizada como estudio, conocidas como shoin. Algunos de estos diseños se adoptaron en la ceremonia del té, incluyendo el piso de tatami.

Murata Juko

Cuando personas de otras clases comenzaron a interesarse en la ceremonia del té, comenzaron a tener reuniones en habitaciones más austeras conocidas como kakoi. Uno de los diseñadores de estas habitaciones era el sacerdote budista Murata Jukō. Más tarde llegó a ser conocido como el padre de la ceremonia del té, porque la etiqueta y el espíritu de la ceremonia se originaron en él. Después de llevar una vida completamente dedicada al estudio del budismo zen, pasó años perfeccionando la ceremonia y difundiéndola a quien estuviera interesado.

Shoin

Otro proceso importante que inició Jukō fue que él mismo servía a sus invitados. La atmósfera íntima y personal era preferida en una habitación para cinco o seis personas. Para finales del periodo Muromachi, la cultura del té llegó a su punto más alto, y los devotos del té le dieron varios nombres para distingir esta relación con el arte del té. Chanoyusha (茶の湯者) fue el nombre que se le dio a los maestros profesionales de este ritual. Un maestro de wabi-suki (侘びすき)se distinguía por tres características: fe en la realización del té, habilidad para actuar con decoro propio de un maestro, y excelente habilidad técnica. Finalmente, un meijin (名人 )no solo cumplía con las cualidades de un wabi-suki, sino que también era un coleccionista de los más finos utensilios de cocina chinos.

 

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