Diferentes culturas del mundo tienen supersticiones sobre los gatos, animales que fueron llevados al hogar, como los perros, pero que nunca fueron domesticados. En muchas tradiciones se les venera por exterminar pestes o por su increíble agilidad. Así, no es de sorprender que en el folclor japonés exista, junto con el zorro y el tanuki, creencias entorno del gato.
Hace mucho existían creencias que decían que un gato se podría transformar en un bakeneko (化け猫, literlmente “gato monstruo); a veces se transformaba cuando era alimentado por trece años, o cuando alcanzaba un kan (aproximadamente 3.5 kilos) de peso.
De acuerdo a las creencias, un bakeneko excede por mucho el tamaño de un gato, como se ilustra en imágenes del gato intentando sacar de casas a humanos, que ahora son sus presas. También pueden adquirir forma humana, devorando personas y robando sus identidades. Una historia famosa cuenta que una persona llamada Takasu Genbei tenía un gato que desapareció justo cuando la personalidad de su madre cambió por completo. La anciana odiaba la compañía y prefería comer a solas en su habitación, y cuando la familia observó a escondidas, no vio a un ser humano, sino a un monstruo felino en las ropas de la anciana. Takasu decidió matar al gato, que al siguiente día volvió a su forma original. Después Takasu procedió a arrancar el tatami y el papel de las paredes para descubrir los huesos de su madre.
Los gatos también eran asociados con la muerte, y los gatos que pertenecían a personas que morían eran vistos con sospecha, y a veces se les encerraba para evitar que se conviertieran en kasha, un demonio que descendía del cielo para robar cuerpos, y que comunmente tenía forma de gato.
Otro tipo de bakeneko es el nekomata, un gato con dos colas que se decía que era capaz de manipular cuerpos como si fueran marionetas. Como el aceite de las lámparas antiguas se hacía de pescado, los gatos gustaban de robarlo, como los yōkai, y tal vez sea por ello que se comenzó a asociar a los gatos con el mundo espiritual.
A pesar de que los gatos tienen una reputación de ser malagradecidos, en ocasiones también podían ser fieles y entregar su vida, especialmente cuando eran alimentados por personas pobres. Hay varias historias de gatos que tienen poderes mágicos o la inteligencia de un humano. Estos gatos se creía que traían buena suerte y fortuna a los propietarios de tiendas, y su imagen es representada hoy en día en el maneki-neko.
Otras historias de gatos bondadosos son la de un gato que en un templo pobre que le advirtió a un hombre rico de un rayo que iba a caer sobre un árbol, por lo que se volvió el benefactor del templo; la de un gato que mordió el vestido de una geisha para evitar que entrara al baño porque había una serpiente en su interior. Incluso después de ser sacrificado el espíritu del gato mató a la serpiente.; o historias de gatos que se transforman en mujeres para convertirse en esposas y acompañar a sus dueños.