28 marzo, 2024

Discriminación en Japón – Sesgo de género

empresaria japonesa

La estructura social japonesa por años ha relegado a la mujer los roles de madre y cuidadora, quedando excluida de roles públicos y del mercado laboral. En una encuesta llevada a cabo por Japan Daily Press se muestra que la opinión general de los trabajadores es que todavía existe un sesgo de género en el ambiente laboral. La mayoría de los encuestados contestaron que creen que hay más oportunidades de aumento de sueldo o de ascenso para los hombres. Sólo 18% de los encuestados respondió que creen que no existe un “techo de cristal” para las mujeres, y 60% tiene la convicción de que las empresas extranjeras remuneran equitativamente. De las mujeres encuestadas, 68% respondió que sienten que reciben menos sueldo que sus compañeros hombres.

Para combatir el sesgo de género en el trabajo, en 1997 se pasó una ley de Igualdad en Oportunidades Laborales. Aunado a la presión internacional que llevó a que ratificaran la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres. El éxito de estos dos eventos muestra la voluntad del gobierno japonés en acercarse a la equidad de género en el trabajo.

Ambas leyes establecen que queda prohibida la discriminación en el recluntamiento, empleo, alocación de puestos y promoción laboral. Además, responsabiliza a los trabajadores en la prevención de acoso sexual. Como parte de la reorganización del gobierno central en el 2001, se creó el Consejo para la Equidad de Género encargado de monitorear el progreso que se hace en este tema, además de la planeación de programas para alcanzar esta meta. Sin embargo, aparte del aspecto legal, subsisten normas culturales y sociales que han prevenido el progreso.

mujer trabajadora japonesa

A partir de la década de los noventa, el número de mujeres que se introducían al  mercado laboral ha aumentado, debido al estallido de la burbuja económica. Muchas de ellas eran contratadas en empleos de medio tiempo sin beneficios o seguridad laboral. Se asumió que con este crecimiento, las mujeres pasarían a integrarse a empleos de tiempo completo, pero esto nunca ocurrió. Se estima que de 8 millones de personas con trabajos de medio tiempo, el 90% son mujeres. Lo que es más, Japón está en la posición 101 mundial en equidad de género de acuerdo al Foro Económico Mundial. En promedio, una mujer recibe tan sólo el 44% que un hombre en el mismo puesto. Para el 2005 tan sólo el 2.8 de los puestos gerenciales son ocupados por mujeres.

Un problema grave del sesgo de género en Japón es el acoso en el trabajo

¿A qué se debe este sesgo de género? Existen varias explicaciones. Las compañías japonesas prefieren no contratar a mujeres que se ausenten por periodos extensos de tiempo, lo que limita la contratación de madres o mujeres casadas. En el caso de las mujeres que recurren a niñeras para cuidar de sus hijos, son menospreciadas, pues no están cumpliendo con su rol maternal. Otro elemento importante es el acoso en el trabajo del que muchas mujeres son víctimas. Este acoso se presenta ya sea como acoso sexual o como presión por sus compañeros, que consideran a la mujer como “egoísta” al buscar en el trabajo independencia económica.

Incluso se puede trazar los orígenes de la discriminación en la forma de hablar de los japoneses, en la que el hombre puede hablar de manera más directa y acertiva, mientras que la mujer debe hablar de forma indirecta y sugestiva. Esta construcción lingüística impide que las mujeres asuman roles de liderazgo. Por último, muchos gerentes tienen la idea de que las mujeres deben hacer labores de oficina (sacar copias, servir té), o ven a las mujeres en el trabajo como prospectos para los empleados jóvenes.

empresaria japonesa - sesgo de género en Japón

Japón es un país que ha sido reconocido por la comunidad internacional por su alto nivel de desarrollo en varios aspectos. Sin embargo, contrario a lo que muchos creerían, Japón es la muestra de que el hecho de ser una economía avanzada no necesariamente se traduce en una reducción de la brecha de género.

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