28 marzo, 2024

¿Qué es el TPP y cómo afecta a Japón?

Comercio Japón Estados Unidos

Después de varias rondas de negociaciones, el 12 de noviembre de 2012 los líderes de nueve países (Australia, Brunei, Chile, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos) anunciaron el logro de los delineamientos generales de lo que se conocería como el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (mejor conocido como TPP por sus siglas en inglés). Este acuerdo permite el intercambio y la inversión entre sus miembros, promueve la innovación, el crecimiento económico y el desarrollo, y apoya la creación y retención de empleos.

En rondas posteriores, dos países más se integraron a las negociaciones: Canadá y México. Este acuerdo intenta establecer a largo plazo una zona de libre comercio en el Pacífico bajo términos estadounidenses. La siguiente ronda de negociaciones se llevará en Malasia del 15 al 24 de Julio de este año. La región es importante para Estados Unidos porque es el tercer mayor destino de sus exportaciones y el cuarto en servicios de exportación. En un momento de las negociaciones, el gobierno de Japón expresó su interés en ser incluido, lo que tuvo una aceptación unánime de los países miembros. ¿Por qué el interés de ingresar?

Shinzo Abe ha lanzado una estrategia de recuperación económica conocida como “Las tres flechas”. A partir de su administración, la economía japonesa ha mostrado una mejora después de dos décadas de estancamiento económico. Actualmente Japón se enfrenta a varios retos económicos, como la disminución de mano de obra y una de las deudas más grandes en proporción al PIB del país. Aquí es donde entra el TPP.

El liderazgo en cadenas de suministro podría ser aprovechado por Japón si aumentara su comercio, pero han habido intentos anteriores de modernizar su régimen financiero, de manufactura de tecnología de punta y de agricultura. Reformar estos sectores atraería mayor inversión a la producción doméstica japonesa, mientras que las exportaciones de bienes manufacturados ayudaría a una transición de un estímulo fiscal a un verdadero crecimiento económico.

Miembros del TPP

De acuerdo a estimaciones, la economía Japonesa tendría un PIB mayor en 2.5% para el 2025 si estuviera dentro del TPP. Estas estimaciones no estiman las ganancias potenciales. Si además Japón llegara a acuerdos para alinearse a las normas de la Organización Mundial del Comercio, el crecimiento sería más rápido durante la siguiente década. En este escenario, las ganancias de la economía japonesa serían más del doble, cerca del 6% de su PIB durante más de 10 años.

El TPP también le daría más poder de negociación en otras negociaciones comerciales, como la Asociación de Cooperación Económica Regional (RCEP por sus siglas en inglés) negociada por países miembros del ASEAN; y el acuerdo con China y Corea del Sur. La combinación de sus Tratados de Libre Comercio actuales cubre el 63% de su industria, con potencial para generar ganancias 2 puntos porcentuales anuales por encima de su PIB si se redujeran las barreras comerciales. Como uno de las mayores economías de los tres acuerdos, Japón se encuentra en una posición única para mostrar su liderazgo y llevar a la región hacia una zona de libre comercio.

protestas contra el TPP

Todo esto suena bien, hasta que se piensa en las negociaciones domésticas que se deben llevar a cabo para preparar a Japón para su anexión al TPP. La economía japonesa debe renovar sus lineamientos para llevarlos al siglo XXI. Sin embargo, el Partido Democrático de Japón, el partido opositor, apoya que se hagan excepciones en materia de agricultura, lo que obstruye una liberalización de la economía. A esto se suma el descontento de un segmento de la sociedad nipona que no quiere mayor intervención estadounidense, luego de que Estados Unidos tiene bases militares en Okinawa.

Por otro lado, Estados Unidos también tiene problemas domésticos si incluye a Japón en las negociaciones. El 2 de julio de este año, la unión obrera Afl-Cio y United Auto Workers denunciaron que los trabajadores estadounidenses se verían afectados de incluir a Japón en las negociaciones, ya que competirían directamente con el mercado japonés, llevando a Estados Unidos a un incremento de su déficit comercial de automóviles, y generando desempleo.

Por otro lado, habría que ponderar las consecuencias políticas en las relaciones China-Japón, que se han enfriado a partir de la disputa de las islas Senkaku/Diaoyu y el no reconocimiento del gobierno de Japón de su pasado como país imperialista. El TPP es visto por China como una extensión de la influencia estadounidense, y la anexión de Japón al TPP se traduciría en un empeoramiento en las relaciones sino-japonesas.

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